Sillones en forma de pulpos que extienden sus tentáculos por la sala, animalitos tiernos y desvalidos creados con los restos de la sociedad consumista del mueble, trofeos domésticos de lana tejida o taquitos de madera. Será la nostalgia por el paraíso perdido o el sentimiento de inseguridad e incertidumbre que la crisis parece haber agudizado, pero hay cada vez más creadores que se inspiran en el reino animal para sus obras. “La colección Animal Chairs nace de la voluntad de acercar a lo cotidiano y urbano ciertas especies de animales, que se encuentran seriamente amenazadas de extinción. Elegí las sillas y los sillones, porque con la cama son el elemento doméstico más universalmente cotidiano, así que para acercar los animales elegidos -pulpo, ballena, elefante, morsa y rinoceronte- sería bueno concederles un espacio en nuestras vidas diaria, a través de la unión de los dos conceptos, silla y animal. De esta forma les conferimos un lugar vital y al mismo tiempo le damos cabida en nuestra conciencia humana”, explica el diseñador asturiano, afincado en Cádiz, Máximo Riera, que presentó su colección en la anterior edición del London Design Festival.
Las piezas, que se producen en Londres, desde donde se comercializan a todo el mundo, son fabricadas en espuma comprimidas con una mezcla de alta tecnología y acabados artesanales. El paso desde los bocetos de Riera a la chaise-longue morsa o el sillón rinoceronte, se llevó a cabo en el estudio londinense JH May, entre cuyos clientes se cuentan Zaha Hadid y empresas como Ferrari y Chanel. “El proyecto, que se basa en un sentido multi-disciplinar del arte, combina diseño gráfico y 3D, ingeniería y manufactura. Cada pieza se realiza en una edición limitada numerada, con su certificado correspondiente”, indica Riera. El diseñador está trabajando en un ciervo volador, un escarabajo sobredimensionado y dos piezas acéfalas, el sapo y la cebra, que están a punto de salir en fase final de producción.
En Barcelona, Miquel Aparici, director de arte del célebre semanal satírico El Jueves, tiene desde hace años una doble vida como creador de animalitos hechos con los restos de la sociedad consumista. Sapos, perros y una gran variedad de pájaros, por un total de 40 esculturas, que el artista ha reunido para la muestra inaugural del nuevo espacio Tekhnart de Barcelona, donde se expondrán hasta el 22 de diciembre. Simples, elegantes y profundamente expresivas, las piezas de Aparici, que también realizó una serie inspirada en los animales esculpidos por Gaudí, consiguen una sorprendente unidad formal, pese a lo estrafalario de los materiales que las componen.
Finalmente, quien padece una contradictoria atracción por el trofeo de caza, pero está decididamente en contra de este mal denominado deporte, puede resolver el problema con Domestic trophies, una serie de cabezas de ciervo tejidas en lana de brillantes colores por la británica Rachel Denn.
Para aquellos que tengan gustos menos pop y más constructivistas, mejor las esculturas pixeladas que el tejano Shawn Smith realiza con taquitos de madera. Una enorme águila con las alas desplegadas, una pareja de carneros, un alce imponente y un antílope de perfil, son algunas de las obras que nacen de su voluntad de representar la intersección entre la naturaleza y el mundo digital.