La activista se ha sincerado a la vez que ha protagonizado por primera ocasión la portada de Vogue Escandinavia.
La célebre activista medioambiental Greta Thunberg, que protagoniza la portada de Vogue escandinava, ha imputado abiertamente a la industria de la moda de ser uno de los más grandes responsables de la crisis medioambiental que empeora día a día el mundo.
Thunberg redactó un contundente mensaje en su cuenta de Instagram: “La industria de la moda es un monumental contribuyente a el caso de emergencia climática y ecológica, por no nombrar su efecto en innumerables trabajadores y sociedades explotados por todo el planeta para que ciertos gocen de moda inmediata que varios tratan como objeto desechable”.
La adolescente promesa, que ha cumplido este mismo año la mayoría de edad, surge en la portada de agosto/septiembre de la versión escandinava de Vogue en un bosque, sentada en una roca, acariciando un caballo. Una fotografía capturada por Alexandrov Klum que bien podría haber salido de una de las novelas de Jane Austen.
En la entrevista que ocupa las páginas interiores de la revista, Thunberg alerta que de “muchos hacen que parezca que la industria de la moda está comenzando a aceptar su responsabilidad, gastando porciones indecentes en campañas en las que se presetan como ‘sostenibles’, ‘éticas’, ‘ecológicas’, ‘neutrales’ y ‘justas’”.
No se puede elaborar moda en masa o consumir ‘de forma sostenible’ tal y como se concibe hoy el planeta
Greta Thunberg
Sin embargo para la activista, la auténtica realidad se distancia mucho de la que se desea ofrecer a comprender. “Seamos claros, esto casi jamás es otra cosa que puro lavado verde. No se puede elaborar moda en masa o consumir ‘de forma sostenible’ tal y como se concibe el planeta hoy. Esta es una de las muchas causas por las que requerimos un cambio de sistema.”, concluye.
Thunberg reitera que el IPCC no da soluciones, sino que «somos nosotros los que debemos ser valientes y tomar decisiones basadas en la evidencia científica mostrada en estos informes». «Todavía podemos evitar las peores circunstancias, pero no si seguimos como hasta hoy y no sin tratar la crisis como una crisis», escribió.
Este incremento, que conllevaría además más grandes eventos climáticos extremos como por ejemplo sequías, inundaciones y olas de calor, estaría lejos del objetivo de menos de 2 grados fijado por el Consenso de París, que recomendaba precisar dicha subida a 1,5 grados centígrados. «El nuevo informe del IPCC no tiene ni una sorpresa real. Asegura lo cual ya comprendemos por una cantidad enorme de estudios e informes anteriores, que estamos en una emergencia. Es un sumario sólido sin embargo prudente de los superiores datos científicos accesibles»