La aplicación de la mezcla de oxígeno y ozono es, hoy en día, una de las mejores soluciones para hernias de disco, dolores articulares y enfermedades inflamatorias gracias a sus múltiples beneficios.
Es analgésico, tiene propiedades antisépticas, reduce los procesos inflamatorios y regresa a los tejidos las características perdidas debido a la inflamación.
El dolor articular y los problemas de espalda afectan a tres de cada cuatro personas a lo largo de su vida. En este sentido, inyectar oxígeno/ozono en zonas dañadas del cuerpo es uno de los mejores tratamientos que ofrece la medicina en la actualidad.
Las patologías inflamatorias que encuentran solución con este tratamiento pueden ser agudas, como la ciática o la epicondilitis, o incluso crónicas, como la tendinosis de Aquiles o la artrosis de rodilla en la fase inicial.
En el caso de una hernia de disco, esta terapia permite extirpar, por deshidratación, la parte del núcleo del disco intervertebral que dejó el centro del disco, sin tener que extirparlo quirúrgicamente.
¿Qué aspecto tiene una hernia de disco? Muy simple: la columna vertebral se puede describir como una serie de cubos superpuestos. Entre un cubo y otro, hay una estructura que sirve para amortiguar el peso y permitir el movimiento entre cada unidad.
Esta estructura se llama disco intervertebral y consta de una parte exterior dura y fibrosa y una parte interior blanda: el núcleo.
El trauma, el esfuerzo exagerado o el envejecimiento fisiológico de los tejidos, en los pacientes más predispuestos, pueden hacer que salga parte del núcleo (80% agua).
Este material biológico, que se encuentra en forma de gel denso, da lugar a una presión sobre los tejidos vecinos y por tanto a la irritación de estas estructuras, por ejemplo de las raíces nerviosas que parten de aquí para inervar las áreas periféricas.
Así nace un sufrimiento, tanto local, lumbar, como en zonas lejanas, correspondiente a las raíces afectadas, por ejemplo la ciática.
Tradicionalmente, a estos pacientes se les administraba una inyección de un fármaco como cortisona (por vía intramuscular o directamente en la columna, epidural), que calma la inflamación y el dolor durante un período de tiempo (dejando el núcleo del disco sin cambios fuera de su sitio).
Con la ozonoterapia, se inyecta una mezcla de dos gases, oxígeno y ozono, para eliminar la hernia y por lo tanto el dolor se elimina por completo.
Técnicamente, el tratamiento consiste en infiltraciones paravertebrales intramusculares periódicas y regulares (según la situación del paciente), durante un período de tiempo determinado y limitado, de una cantidad determinada de una mezcla de los dos gases.
La acción de esta terapia es directa sobre la superficie de la hernia y conduce a su progresiva reducción por la degradación de los mucopolisacáridos que la componen y el efecto hidrofóbico que se deriva de ella (deshidratación).
El efecto final del tratamiento de ozonoterapia es la desaparición de todos los síntomas de una hernia, con la ventaja de que el tratamiento no produce ningún efecto secundario y que las contraindicaciones son casi nulas (embarazo, hipertiroidismo y tomar determinados fármacos, como Sintron).
El tratamiento con ozono terapia se realiza de forma ambulatoria (10 sesiones, dos por semana).
Tras una adecuada evaluación del aspecto clínico, de la resonancia magnética y los hallazgos radiológicos, el paciente se retira a pie luego de serles realizadas las infiltraciones, sin necesidad de reposo o ingreso a un hospital.
Los efectos únicos del ozono permiten que los pacientes se curen después de un mes y medio de forma ambulatoria.
Hoy, este tipo de terapia está muy extendida en todo el mundo y existen asociaciones científicas internacionales que la avalan.