La compañía aseguradora Aegon ha querido realizar un decálogo para despejar cualquier duda a la hora de contratar o no un seguro de vida pues recientes informes elaborados por la citada compañía prueban que sólo el 20 por cien de los clientes del servicio que subscribe estos seguros comprende la información que contiene y las coberturas que se ofrecen.
De hecho, el sesenta por ciento de los clientes del servicio del campo seguros es inútil de entender el ochenta por ciento del contenido de las pólizas.
El temor a la muerte es tan histórico en el ser humano y tan actual que el día de hoy, uno de cada cinco clientes del servicio, asegura no subscribir la mencionada póliza pues es un tema en lo que no se piensa y cuando se hace, tal vez sea demasiado tarde.
No se debe olvidar que también el destino nos puede llevar a un grado de invalidez tal que nos impida trabajar de un día para otro por lo que resulta conveniente estar siempre y en todo momento preparado.
En primer lugar Aegon plantea lo que nos aporta el seguro de vida. El auténtico valor de un seguro de vida no radica en el capital asegurado sino en la calma de saber que tanto uno mismo como su familia estará protegido caso de que surja cualquier imprevisto. El seguro de vida deja asegurar un riesgo desde el primer momento de su contratación, a lo largo del tiempo que se estime oportuno y cubriendo cualquier clase de eventualidad.
¿Son costosos los seguros de vida? Se tiende a meditar que se trata de un seguro costoso, propio de las rentas altas. Tenemos que romper con la creencia equivocada de que son caros. Los seguros de vida son productos muy asequibles con una relación coste/beneficio provechos.
En tercer lugar, ¿cuánto debo asegurar? El capital asegurado es una opción que debe valorar cada usuario dependiendo de su perfil, nivel de ingresos, expectativas y circunstancias personales. Lo ideal, como regla general, es cubrir entre tres y cinco veces los ingresos anuales de la familia a fin de que, en el caso de ocurrir algún imprevisible, la economía familiar no se desestabilice.
Si hay que emplearlo, ¿quien lo cobra? El asegurado debe nombrar un adjudicatario y éste ha de estar informado de la existencia de la póliza. En el caso de no figurar específicamente un beneficiario, los adjudicatarios van a ser sus herederos legales; esto es su cónyuge, sus hijos por partes iguales, sus padres, etc. en orden de descendencia. El asegurado puede modificar a sus adjudicatarios cuantas veces desee.
¿Compensa que los jóvenes se contraten un seguro de vida? Los seguros de vida acostumbran a ir alén de la clásica definición e incluyen varios supuestos que ocurren, con independencia de la edad, en los que el asegurado no pueda continuar trabajando, tales como invalidez permanente absoluta y diversas enfermedades como el cáncer o bien enfermedades cardiovasculares.
En sexto lugar, ¿es obligatorio contratar un seguro de vida con su hipoteca? Es frecuente que muchas entidades bancarias vinculen la contratación de una hipoteca a productos adicionales como los seguros de vida y hogar. En caso de contratar un seguro de vida vinculado a la hipoteca, lo ideal es que el seguro de vida cubra el 100 por ciento de la hipoteca caso de que uno de los miembros de la pareja muera.
Ya antes de suscribirlo, ¿hay que hacerse un análisis médico integral? Ciertas aseguradoras demandan un reconocimiento médico en función de la edad del asegurado y el capital asegurado o, en su defecto, responder con veracidad a un cuestionario detallado con preguntas muy concretas sobre salud, hábitos y modo de vida puesto que es una forma de medir el riesgo de la póliza.
Y brota el interrogante, si se demuestra que tengo alguna enfermedad, ¿puedo contratarlo? Las compañías de seguros van a estudiar individualmente cada petición para poder ofrecer al usuario la solución que más se adapte a sus necesidades. Una vez estudiado el caso en particular y dependiendo de la tipología de la enfermedad, va a poder realizarse la tramitación de una póliza de vida con normalidad o, dado el caso, se aplicaría una sobreprima, una exclusión o bien una limitación de garantías. Por lo que es completamente posible que una persona con una enfermedad, crónica o no, pueda contratar un seguro de vida.
¿Qué coberturas adicionales tiene un seguro de vida? Aparte de las tradicionales de este producto, existen multitud de coberturas opcionales que pueden adherirse al seguro como Invalidez Permanente Absoluta (IPA), diagnóstico de cáncer masculino y femenino, diagnóstico de enfermedades cardiovasculares (infarto de miocardio o bien accidente cerebrovascular), doble capital por accidente, indemnización por enfermedad o bien accidente e incapacidad profesional total y permanente.
Estas pólizas también incluyen servicios enfocados a asistir a las familias ante cualquier contingencia, tales como orientación médica 24 horas, orientación psicoemocional, ayuda a domicilio y, entre otros, testamento online y servicios jurídicos.
Por último y quizá lo más importante. ¿Exactamente en qué momento hay que contratar esta póliza? Aunque el seguro de vida ha estado históricamente muy vinculado a la calma familiar, la verdad es que la edad de contratación de la póliza no debe coincidir con la de formar una familia.
Un seguro de vida asimismo es un aliado para situaciones casuales de discapacidad y una forma de ahorrar, con lo que, en el momento de contratarlo, va a haber que tener en consideración múltiples factores relacionados con la situación laboral y/o financiera. Aunque, la mayoría de los expertos coinciden en que la franja ideal para la contratación del seguro de vida fluctúa entre los 30 y los 50 años.