La comida rápida, conocida también como “comida basura”, se caracteriza por tener un elevado contenido calórico, de grasas, sal y azúcar.
En este grupo pudimos encontrar alimentos como la pizza, los sándwiches, las hamburguesas, las patatas fritas, los perritos calientes, la bollería, los alimentos ultraprocesados, los snacks, las chocolatinas, las golosinas o los helados, entre otros ejemplos.
Principalmente, la comida rápida es un sustituto simple para una vez que estamos perezosos, pues son platos que tienden a cocinarse con facilidad y que solemos comprar hechos.
Si estas interesado en adquirir grandes conocimientos culinarios a través de una carrera de cocina, te Si estas interesado en adquirir grandes conocimientos culinarios a través de una carrera de cocinero profesional, te recomendamos la carrera de chef internacional de Escuela Gourmet Online.
¿Por qué no es bueno abusar de este tipo de comida?
En el caso de los restaurantes de comida rápida, principalmente usan aceites vegetales hidrogenados para freír, los cuales tienen dentro grasas trans que incrementan el peligro de patología cardíaca, según sostienen desde Medline Plus, lo que ha hecho que muchas ciudades se encuentren prohibiendo la utilización de estas grasas en los locales de su país.
De esta forma, los profesionales recalcan que dichos alimentos ultraprocesados que venden en los locales de comida rápida no aportan ningún beneficio nutricional a nuestro organismo.
Es por esto que, recientemente, varios restaurantes de comida instantánea permanecen preparando alimentos utilizando otros tipos de grasa. Además, ciertos tratan de dar opciones con bajas calorías.
Sin embargo, inclusive adaptándose a dichos cambios, es complicado consumir alimentos saludables en esta clase de locales, puesto que la mayoría de las comidas todavía se preparan con mucha grasa y varios restaurantes no ofrecen ningún alimento bajo en grasa. Además, acostumbran servir cantidades monumentales que facilitan el hecho de comer bastante y pocos restaurantes de esta clase ofrecen frutas y vegetales frescas.
Con tal de proteger nuestra salud, es fundamental evitar a toda costa abusar de esta clase de alimentos. Las personas con presión arterial alta, diabetes y patología cardíaca tienen que tener mucho cuidado al consumir comida rápida.