Abrir franquicias gastronomicas es una de las ocasiones de inversión que examinan muchos argentinos.
Desde aquellos que quieren independizarse, hasta quienes recibieron alguna indemnización o bien tienen un ahorro, ven la opción como una buena opción alternativa.
En la Argentina existen 650 marcas ofertando franquicias, las cuales precisan de montos que van desde los $ 250.000 hasta el $ 1,5 millón.
Aparte de ese desembolso inicial, la persona que esté examinando ponerse una franquicia deberá tener en consideración que algunas empresas demandan el pago de un «Fee de ingreso (que incluye el know-how, los derechos y la marca)», que en Argentina promedia los cincuenta y cinco pesos.
También hay un importe que el franquiciado le abona al mes al dueño de la marca, que puede ser una suma fija o un porcentaje sobre la facturación o las compras. Se lo llama royalty. Ciertas empresas prefieren no cobrarlo y también incluir lo en los costos de mercaderías o materias primas.
Para finalizar, se debe pagar un canon de publicidad de entre el 1 y 2 por ciento de las ventas, que se destina a un fondo con el que realizan acciones de marketing y propaganda de la marca.
Una góndola en un shopping de lencería, como la marca de calzoncillos Eyelit, requiere una inversión que arranca en los doscientos cincuenta pesos.
Abrir un comercio de indumentaria y calzado, como Quiksilver, Kevingston o bien Sarkany, requiere un desembolso de dólares americanos 2 millones aproximadamente.
Entre 1 y 1,5 millón de pesos es la inversión requerida para estrenar un local gastronómico, como Freddo, Almacén de Pizzas o bien Café Martínez (que cuenta con ciento veintiocho locales en Argentina y 15, en el exterior, el último estrenado recientemente en Pakistán)
Actualmente, existen veinticinco puntos de venta franquiciados y el ámbito emplea a más de 190.000 trabajadores «más del doble que el campo automotriz», resaltaron desde Franchising Company, asesora experta en desarrollo y administración de franquicias.
El directivo de Franchising, Marcelo Schijman, destacó que las franquicias que más medraron en 2014 fueron: la marca de ropa Pampero, que después de ser comprada por el Grupo Cardón, abrió más de 60 franquicias en un año; Subway (cuya especialidad son la venta de emparedado), que ya cuenta con 140 locales; la cadena de helados Grido, con mil trescientos ochenta comercios en todo el país; y Kevingston, que llegó a las 300 franquicias.
El especialista resaltó también la compañía Desimone, dedicada a la fabricación de bolsos y accesorios con diseños exclusivos, y La Mercería, la marca de vestimenta y accesorios de tendencia para la mujer, «han crecido de forma exponencial en escaso tiempo».
Conforme a esta consultora, el mercado de franquicias creció 18 por cien en el período octubre 2013 – 2014, un cuarenta por ciento más de lo registrado en el periodo precedente, al paso que la facturación del campo en dos mil trece fue de dólares americanos 50.000 millones.
Se consolidaron los rubros de moda y accesorios, que engloban un 33 por cien del mercado, y los de servicios y gastronomía que engloba el 67 por ciento sobrante. Además, se establece un crecimiento del veintidos por cien para el 2015. En su último informe del sector, la consultora estableció que el 90 por ciento de las franquicias en Argentina son nacionales.
Por su lado, los ámbitos de vestimenta, accesorios y gastronomía patentizaron un crecimiento mayor, englobando un 69 por cien del total del mercado. Asimismo, en el último año se registró un incremento del rubro formación y de supermercados, y se consolidaron sectores como el de la cosmética, ópticas y artículos de diseño.
Las razones por las que se da este fenómeno son varias: fortalecimiento de la imagen y posicionamiento de las marcas franquiciantes, crecimiento de los franquiciados activos, la integración de nuevos rubros, la profesionalización del negocio, entre otros.
Para este año, se estima un desarrollo del campo en un veintidos por ciento , llegando a setecientos las marcas que ofrecen franquicias.